Un Martes de Diciembre la comunidad atrapa y le da su paliza a un par de fleteros. Le queman la motocicleta y el revolver en el embolate de gente y policías forcejeando nunca aparece. Yo me encontraba en una mesa de fritos devorando una arepa Trifásica. No se porque viendo ese gentío se me dio en pensar en un ejemplar que presté de Borges.
Uno de los delincuente era un pobre muchacho que no tenía nada que ver decía —Juana, llevándose las manos a la cabeza al ver a su hijo Michell envuelto en ese charco de sangre—. No creo que al "Michell" tuviera algo que ver con el relato de Scharlach y el Dandy. Ni mucho menos con el asesinato de Yarmolinsky. Mucho menos que el secreto de la brújula diera con el traste de los planes de hoy del Michell. Yo sigo devorando fritos, ahora una empanada de carne grasienta y le he echado un bulto de suero y llega una vecina echando el cuento completo. Según fue que Michell y Raixa le quitaron el móvil telefónico a la hija de los Aguaslimpias y tu sabes que esos manes son familia de tombos.
Lo del mundo de Borges está repleto de muchos libros que juegan al azar y no es ningún juego de palabras. Y ya me acuerdo a quien le presté el libro de Borges. Ese libro es carne de primera. Me dicen o mas bien casi que me atraganto con un buñuelo que Raixa es de la Piedra de Bolívar y Michell es del 9 de Abril. Son dos viejos conocidos de la Policía. Que su primer juguete fue un Changón y que en vez de jugar al papá y a la mamá como los otros niños, ellos jugaban al atraco.
La señora Nereida mi vecina, que está a dieta porque la diabetes la tenía, mal explica que los Aguaslimpias no se quedan con esa.
— A lo que me pregunté como así si ya esos manes los dejaron hechos trizas. Alguien dijo que los recogieron con palas—
De un momento a otro aparecen dos detectives que parecen sacados de una película de Serguéi Eisenstein. Ambos eran delgados como el sueldo de un obrero. Uno es Treviranus, tenía un bigote como los pistoleros de las películas de vaqueros. Se baja de su auto y saca su Samsung luego toma selfies con su móvil telefónico de su imagen y la moto quemada al fondo. El otro detective detalla imágenes con sus manos y encuadra que pudo suceder y observa como un ingeniero que construye edificios, las escenas del linchamiento. Ya los linchados los embarcaron en la ambulancia que se fue a toda velocidad como alma que lleva Lucifer.
Treviranus observo que está emputado y hablando por su Samsung pestes y tempestades de los policía y dice que habrá consecuencias. Tambien me quedo viendo que Lonnrot, recibe del policial un sencillo papel arrugado, parecido en su color negro a una servilla. Lo envuelve y se lo guarda en el bolsillo.
La señora Nereida también dijo que hubo una segunda moto pero que huyeron por una trocha y llegaron a la avenida del Bosque. Ahora si recuerdo que el libro de Borges era una edición popular y bastante vulgar de la historia de la secta de los Hasidim y se le presté a Loraine, la peluquera. Treviranus no fue inocente en el lugar ya que supo que "Raixa" estaba comprometido en la secta de los Hasidim debido al tatuaje que llevaba en la espalda. Los dos detectives se subieron a su camioneta negra y se alejaron raudos del lugar.
Uno de los delincuente era un pobre muchacho que no tenía nada que ver decía —Juana, llevándose las manos a la cabeza al ver a su hijo Michell envuelto en ese charco de sangre—. No creo que al "Michell" tuviera algo que ver con el relato de Scharlach y el Dandy. Ni mucho menos con el asesinato de Yarmolinsky. Mucho menos que el secreto de la brújula diera con el traste de los planes de hoy del Michell. Yo sigo devorando fritos, ahora una empanada de carne grasienta y le he echado un bulto de suero y llega una vecina echando el cuento completo. Según fue que Michell y Raixa le quitaron el móvil telefónico a la hija de los Aguaslimpias y tu sabes que esos manes son familia de tombos.
Lo del mundo de Borges está repleto de muchos libros que juegan al azar y no es ningún juego de palabras. Y ya me acuerdo a quien le presté el libro de Borges. Ese libro es carne de primera. Me dicen o mas bien casi que me atraganto con un buñuelo que Raixa es de la Piedra de Bolívar y Michell es del 9 de Abril. Son dos viejos conocidos de la Policía. Que su primer juguete fue un Changón y que en vez de jugar al papá y a la mamá como los otros niños, ellos jugaban al atraco.
La señora Nereida mi vecina, que está a dieta porque la diabetes la tenía, mal explica que los Aguaslimpias no se quedan con esa.
— A lo que me pregunté como así si ya esos manes los dejaron hechos trizas. Alguien dijo que los recogieron con palas—
De un momento a otro aparecen dos detectives que parecen sacados de una película de Serguéi Eisenstein. Ambos eran delgados como el sueldo de un obrero. Uno es Treviranus, tenía un bigote como los pistoleros de las películas de vaqueros. Se baja de su auto y saca su Samsung luego toma selfies con su móvil telefónico de su imagen y la moto quemada al fondo. El otro detective detalla imágenes con sus manos y encuadra que pudo suceder y observa como un ingeniero que construye edificios, las escenas del linchamiento. Ya los linchados los embarcaron en la ambulancia que se fue a toda velocidad como alma que lleva Lucifer.
Lönnrot, es un tipo bien vestido, buena colonia. Su estilo detectivesco se asemeja al cerebro de una mosca a punto de hacer metástasis. Se dirige a un grupo de policías impávidos y exclama: —" ¡porque diablos no hicieron algo para parar el linchamiento!" . Un policía gordito que parecía una dona responde entre dientes. Otro policial parece responder en un idioma usado solo en las regiones mas remotas de la antigua Persia, con un asentimiento de cabeza se rasca la barba.
Treviranus observo que está emputado y hablando por su Samsung pestes y tempestades de los policía y dice que habrá consecuencias. Tambien me quedo viendo que Lonnrot, recibe del policial un sencillo papel arrugado, parecido en su color negro a una servilla. Lo envuelve y se lo guarda en el bolsillo.
La señora Nereida también dijo que hubo una segunda moto pero que huyeron por una trocha y llegaron a la avenida del Bosque. Ahora si recuerdo que el libro de Borges era una edición popular y bastante vulgar de la historia de la secta de los Hasidim y se le presté a Loraine, la peluquera. Treviranus no fue inocente en el lugar ya que supo que "Raixa" estaba comprometido en la secta de los Hasidim debido al tatuaje que llevaba en la espalda. Los dos detectives se subieron a su camioneta negra y se alejaron raudos del lugar.
Fin.
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